Este invento tan divertido consiste en colocar un papel recortado en forma de círculo en un escurridor de lechuga, pegándolo al fondo con cinta tesa o similar, y después ir añadiendo colores con goteros (siempre reciclando: los goteros que hay por casa una vez acabados se rellenan de acrílico o témpera con agua). Los pequeños se ponen muy contentos en el proceso y hay que procurar que con tanta emoción no tiren los colores por la mesa... Se cierra la tapa y se centrifuga. Se pueden hacer varias rondas seguidas en un solo papel. Es una actividad en la que hay que respetar los turnos y ejercitar la paciencia!
Esta idea la he tomado de :
Carolina Llinas